Él duerme. Me asomo a su pesadilla para intentar convertirla en una lagartija o en una arañita, de esas que tejen entre las ramas del jardín. Quizás si hago un esfuerzo puedo poner un árbol en ella, para que me abrace. Él duerme. Y sigo despacio a su lado, cuando vuela hasta aquí y se acurruca, moviéndose hacia la izquierda. Ya me hice un espacio en esa parte de la cama. Ya le hice lugar para sus cosas, en el armario de la pared.
Él duerme y yo espero que despierte.
2 comentarios en “En vela”
Los comentarios están cerrados.
..y con cariño, despejo la estantería frente a la cama, dejando espacio para la vista, la suya, a la que le gusta ver mis ojos proyectados al otro lado. Y enciendo dos velas, allá donde dice el mapa que debo hacerlo. Y lleno de cuarzo rosa una esquina de la habitación. Y el incienso se apodera del resto de los olores, para dejar paso al olor más ansiado… Él duerme. Pero sé que despertará.
Besos, ZoePe. Y que sean dobles.
Fá querida, recién vengo de tu casa, al lado del mar.
Gracias por tus besos, que seguro, pronto serán dobles.
Te dejo otro aquí.