Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
Leí Rayuela para alante y para atrás. Dos veces. No entendía, a mis veinte años, por qué tanta alharaca alrededor de ese libro. A mí me resultaban mucho más atrayentes los cuentos de Cortázar. La síntesis, la fantasía, la capacidad del cuentero en cada historia.
Hoy es el cumpleaños de Cortázar y los periódicos, la red; todo explota de mensajes y recordatorios.
Será que pasaron muchos años de esas primeras lecturas de Rayuela, pero leí este fragmento del Capítulo 7 y me ha llenado el domingo, a su pesar.
Feliz 98 cumpleaños, Don Julio.
Para Don Julio mi recuerdo, para vos mi recuerdo, para todos un beso (muy cortazariano esto ;))
Besos, Zoe.
Cuando leía como era la maga, las descripciones de lo que decía o como lo decía me convencí que no estaba loco. Que podían existir gente mas tarada aun. Gracias a Cortázar por eso. Besos
Me gusta Cortázar y su Rayuela, y sus relatos mágicos y bien contados, su fantasía y su lirismo. Maravilloso.
Un fuerte abrazo, ZoePé, guapa, argentina y neoyorquina.
Ja! Esther, qué gracioso. Y cubana, te faltó.
Gracias a todos por pasar.
Besos.