Ana ya sabe. Desde hace meses me lo dijo a boca’e jarro como suelen hacer los niños.
Y ayer fuimos a por los regalos del Día de Reyes, las dos juntas. Es decir, salimos de compras, con alguna que otra idea en la cabeza.
Primero, los juguetes. Y la verdad que no estuvo mal su preferencia. Luego, un traje de baño, incluído en el pack del verano.
Ella eligió cada cosa y hasta tuvo en cuenta los precios para no irnos de presupuesto.
Este año fue distinta la visita de los Reyes Magos. No sé si mi hija está creciendo, no sé si perdimos la magia.
Por el momento, la alegría de sus ojitos sigue intacta. Y su sonrisa.
5 comentarios en “Sexto día”
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No se perdió la magia. Ahora viene lo mejor.
Besos, Zoe.
No creo que se pierda la magia.
Desde que recuerdo, siempre supe que los Reyes eran los padres. Eso hacía que no me desmadrara con las peticiones, pero también sabía que era la ocasión para obtener lo que en ningún otro momento del año me comprarían. Y siempre amanecí el 6 de enero llena de ilusión.
Besos
Mi amor, dale un beso grande a Ana, siento que me pierdo su crecimiento como me pierdo el de mis sobrinas en Cuba…
Miles de besos para ti y para la maravillosa Ana!
Esta ha sido la segunda navidad en la que Raúl sabe todo. Y las hemos disfrutado más que nunca porque ha participado regalando él tb y se ha emocionado como nunca 😉
Y a mi me encanta que sea consciente del cariño que recibe de toda la gente que lo quiere, que al fin y al cabo somos nosotros, no los reyes magos! jajjaja…así que menos magia no: muuucha más magia, la de verdad 🙂
Un beso a las dos!