Ellos son música

Soy de una isla donde la música es parte del aire.
En particular, la casa en la que crecí, un pedacito de esa isla, era una mezcla de gallegos y extremeños y así fue también lo que allí escuchábamos.
Sin embargo, hay un lugar en el mundo en el que la música es un modo de ver y entender nuestro paso por él.
Brasil y su portugués, Brasil y la herencia de los negros y el fado, Brasil y el sonido del tambor, el birimbao o el cavaquinho.
Brasil es el país de la música. Como esta que hacen, simplemente, Marisa Monte y Carlinhos Brown.

Vide Gal de Carlinhos Brown.

Una canción de cuna

Eras tan chiquita, que podía apoyar tu espalda sobre mis muslos y verte completa. Me gustaba tenerte en mis brazos, tu mejilla apoyada en mi hombro mientras yo cantaba o tarareaba alguna fuga de Bach.
Mi voz, desafinada siempre, no te molestaba, creo. No como ahora, que me dices, «calláte má!» con tu acento porteño.
Recuerdo muchas canciones de esa época, de ese invierno del 2003.
Especialmente una, que ahora vuelvo a cantarte, al oído, bajito, para que sólo la escuches tú, Ana.
Dale play y presta atención, hija.


You can close your eyes de James Taylor.
Por Eddie Vedder y Natalie Maines.

La ventana

Había días que no hablaba. Días que prefería la penumbra y mirar por la ventana. Se sentaba sola en la cocina, se componía el vestido a los manotazos, juntaba esas mismas manos sobre la mesa y se quedaba en silencio. Yo seguía su mirada, desde la altura de mis siete años. La sombra de la mata de mango en el patio, la reja del portal, el sonido del pico del loro contra la jaula, su nombre voceado por la vecina. Yo tampoco hablaba, me preguntaba qué buscaba en la ventana.


Tu gitana por Luar na lubre.

Música del sur del mundo

La última vez que estuve en La Habana, yo no sabía que al regreso, me esperaba Lisandro Aristimuño. No creo que hubiera apurado alguna cosa para volver, sólo conociendo su nombre. Pero de haber escuchado, aunque sea una de sus canciones, hubiera acortado toda distancia para zambullirme, completa, en el turquesa de esa Viedma, tan suya.
Lisandro Aristimuño es del Sur. Lo escuchas y algo de ahí ya sabes. Folclore argentino, mezclado con lo que fue tomando de otros lados y un poco más de esos sonidos que inventa, con sus máquinas y su cabeza.
En el año 2007 lo ví dos veces en vivo. Mi cámara pequeña lo registró en ambos conciertos, en dos canciones memorables de sus primeros discos. El plástico de tu perfume, fue grabado hace justo 6 años, el 25 de mayo de 2007. Lisandro canta aquí con Liliana Herrero, gran intérprete de la música argentina y Cerrar los ojos, grabado el 15 de diciembre de 2007. La Trastienda de Buenos Aires, fue un escenario íntimo y maravilloso para él, su banda y todos nosotros que allí cantábamos y escuchábamos esas maravillosas músicas.
De su disco 39º, es esta canción que quiero compartir aquí y ahora. Reinventada, en estudio, con más cuerdas y el tambor de Rocío Aristimuño, parece otra y la misma. Me emocionó mucho hoy, volver a escucharla.

Para vestirte hoy por Lisandro Aristimuño.