Francia no es sólo París

Quizás cuando empiezas a ver la película, pienses que el título se refiere a las dimensiones del cuerpo de Gérard Depardieu. Un rato después ya sabes que no, que es una moto la que pone el título. Eso sí, desde que transcurren los primeros fotogramas, casi casi puedes asegurar que no es una película fácil, que es un golpe en el estómago, de esos que sacan el aire.
El dilema de la vejez y el descarte. Un hombre viejo, esclavo de la rutina, alejado de la dinámica de su casa, enojado con la vida, quebrado económicamente, sin apetitos de ningún tipo, es la imagen repetida de muchas personas en muchos lugares de nuestro mundo.
Y de pronto lo que parecía ser un rosario de calamidades y un bajón a lo más profundo del pozo de la depresión, la película se convierte en una road movie. La carretera salva a Serge. A galope de su Munch «Mammuth» y con el pretexto de ir por los papeles de su jubilación, Serge inicia su viaje de vuelta, un viaje en el que recupera su amor por, simplemente, respirar.
Depardieu está y es enorme. Por dos razones, su corpulenta presencia y por su impecable performance. Sin pretensiones, jugándosela en una película chiquita. No quiere ser más, no quiere ser menos. Se adapta, a pesar de su curriculum, a este cuentecito pequeño.
Mi otra estrellita es para la música, que acompaña a veces y otras es un personaje más, rodando con Serge por la campiña francesa.
No descarten Mammuth, de Gustave de Kervern y Benoît Delépine, que a lo mejor hasta les saca una sonrisa. Es sólo una sugerencia.

Mammuth, 2010.

Update: La película con subtítulos en español y muy buena calidad de imagen y sonido, se puede ver aquí.

2 comentarios en “Francia no es sólo París

  1. Me pudo.
    Empecé de lo mas bien pero me tragó la oscuridad y tuve que abandonarla.
    Quizás retome después de esta crítica.

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