«Dime tú si no es cierto
que el techo de esta casa
es todo de verdad»
Fabio Morábito
Esa casa que viste, justo esa, la de la foto; es la casa. Antes no te lo había dicho porque no quería presionarte, pero desde que la ví me gustó. Es nuestra casa. Sí, desde hace mucho, cuando se escribieron estos destinos. ¿No me crees? Tengo una forma de probártelo. Pero espera, todavía no, sólo quiero que repases los últimos 30 años. Piensa en ellos como los fotogramas de una película. Todas esas fotos nos llevaban hasta esta casa. Cada persona que conocimos, los lugares que pisamos, las imágenes, nuestros hijos, todo sonido nos fue trayendo a este sitio, junto a ella. ¿Ah, que no me crees todavía? Vamos, entremos, que te quiero enseñar algo que no te va dejar ninguna duda. En la cocina. Ven, ven conmigo, dame la mano. Abre ese estante, sí sí, ese. Bien. Ahora, fíjate en la parte de atrás de la puertecita, lo ves? Es tu letra, no? La misma con la que escribiste tu nombre en los sobres de correo que guardo desde hace un tiempo. ¿Lees lo que dice? Está ahí desde siempre, esperándonos.
Esta es la casa.
Yo sí te creo.
Hay lugares y personas que nos esperan desde siempre. La vida consiste exactamente en hacer el camino para encontrarlos.
Hermosa casa, por cierto.
Besos
Y de tantos cientos de casas ante las que pasamos indiferentes, de repente, una, esa, es la que reconocemos.
¿Qué misterio será que cuando la vemos lo sabemos?
Besos.
Algunos sitios nos anteceden. Llegamos a ellos para encontrarnos con nosotros mismos en un pasado-futuro…quizá lo que aún no sabemos es cómo leer el tiempo, de esta manera absurda del minuto tras el minuto y el pasado que antecede al presente.
En realidad, cuando llega algo con el que siempre nos hemos reconocidos deberiamos no sorprendernos: ¿acaso no estaba ya en nosotros?
Un besote
Quizá esa sea la respuesta al misterio.
Lo que ya estaba… o lo que sabemos que nos falta.
beso
¿Y si usamos el sustantivo casa en sentido metafórico? Quizás la casa es alguien con quien tropezamos, porque estaba escrito que iba a suceder, y la sensación de pertenencia te hace sentir en el lugar de donde eres.
Como dice Billy Joel, you’re my home.
Besos a todos. Buenos días. Gracias por pasar.
¿Había otra forma posible de usar ese sustantivo salvo la metáfora?
Entramos en el blog de Zoe, no en la sección inmobiliaria …
Besos
Como estoy sensibilizada con el tema no vi nada metafórico en lo que escribiste. Me imaginé a dos viejitos: uno perdió la memoria por completo. El otro le explica cosas de la casa que compartieron.
Muy hermoso el relato. Como siempre.
Besos