Palermo era una despreocupada pobreza. La higuera oscurecía sobre el tapial; los balconcitos de modesto destino daban a días iguales; la perdida corneta del manisero exploraba el anochecer; sobre la humildad de las casas no era raro algún jarrón de mampostería; coronado áridamente de tunas…
J. L. Borges. Bs. As., 1899 – Ginebra, 1986.
Ayer por la noche anduve por Palermo : una despreocupada riqueza y ningun manisero !
Sin embargo todavía los contrastes le dan identidad y encanto .
Maniseros… Los cartuchos de papel con maníes calentitos , el hornillo de latón …Existen ?
Te diría que en La Habana sí. Acá no los ví y en Palermo menos.
Hola Zoe! tu post me recordó algo que vengo pensando hace un tiempito nomás, que es ser turista en Buenos Aires y sacar muchas fotos y disfrutar la ciudad desde otro lugar sin andar corriendo, y ahora que lo pienso no estaría nada mal comenzar por Palermo..
un beso!!
Es lindo. Desde hace once años lo hago y casi siempre con la cámara. Vas a ver que descubres cosas que antes no le viste a BAires.
No sé si te dije, pero esta ciudad me enamora.
Tengo montones de fotos.
Me encantó que vengas.
Asi mismo, a pesar de que hace algunos años han cambiado mucho el barrio con locales mordernos y no precisamente para todos los bolsillos, Palermo conserva ese algo, que todavía lo hace mi lugar preferido de la ciudad. Que bueno que volviste por acá Zoita.