New York in songs

Sábado de perder la noción del tiempo. De pronto se hicieron las tres y media de la tarde (EDT), ¡y el pescado sin vender!
Antes, mientras revisaba las noticias, las fotos, todo eso que en la semana no tengo chance de mirar, me quedo un rato en este post de Papeles Perdidos. Lleva ahí unos días, pero recién lo descubro y me dan ganas de armar una de esas listas, como las que propone. Miro alrededor y ahí está New York dándome mil razones para juntar un par de canciones. Exprimo la memoria y sí, aparecen algunas muy emblemáticas, muy escuchadas. Busco un poco más…. ¡voilà!
Una lista muy personal de la música que otros escribieron a la capital del mundo, está aquí, The best songs of New York.
O si no, aquí, para chequear con los ojos y luego escucharlas, con un martini a la mano.

P.D.: Hey tú, melómano querido, si tienes ganas, agrégale alguna. De esas que sólo tú sabes.

Como un susurro

Necesito una historia, una historia para armar un post. ¿Alguien lee por ahí? Hey…, necesito una historia. Porque lo único que tengo es una A y una Z.

I’ve got my eyes on you, so best beware where you roam.
I’ve got my eyes on you, so don’t stray too far from home.
Incidentally, I’ve set my spies on you,
I’m checking all you do, from A to Z.
So, darling, just be wise, keep your eyes on me.

By Cole Porter

Nacido en 1941

Mi padre cumpliría setenta años, como él. Él y mi padre. No puedo decir que andan en el mismo escalón de la escalera de recuerdos, porque mentiría. Pero también mentiría si dijera que no me importa que hoy cumple la misma edad que mi padre cumpliría.
Dylan me acompaña hace tanto que ya perdí la cuenta. Me veo escuchando cassettes recontra grabados con los discos que se podían conseguir, en los años luminosos y tristes del preuniversitario. Me veo (¿claramente?) hurgando en bateas de casas de discos, buscando la música que revoloteaba en esos CD’s. Los de Dylan.
Aquí está; con sus flamantes años, anciano; aún está.
Y la verdad es que me da gusto. El mismo que me daría si pudiera, en el próximo agosto decirle a mi padre, «felicidades».

If not for you por Dylan & Harrison

Digresión

El aroma de los plátanos fruta lleva el recuerdo a la mesa del comedor que ocupábamos durante todas las comidas del día. La mesa del comedor de la cocina.
No puedo olvidar el silencio de mi abuelo, desayunando. No puedo olvidar el silencio de mi abuela, cocinando.
Y ese aroma que invadía en la media mañana, cuando suplantaba al del café recién colado en la cafetera de hierro y colador de tela, no se por qué, también me lo recuerda esta canción.
No me preguntes la razón. Hay cosas que no tienen explicación. Como el amor.
¿Te preguntaste por qué amas a alguien? ¿Respondiste con honestidad a esa pregunta? Porque casi siempre la respuesta es injusta, es pálida, es chiquita. No tiene respuesta esa pregunta.
Como tampoco tiene sentido que esta canción sea un volver, siempre un volver. A esa calle, a ese portal, al sol cayendo sobre los sillones vacíos.

Calling you por Jeff Buckley.