Lo dicen otros
Y llegaron las vacas
Francesca Johnson: Todo lo que había sabido con certeza acerca de mí misma, desapareció.
The Bridges of Madison County. Clint Eastwood. 1995.
Cambio de rubro
Muchas veces ha pasado por mi cabeza la idea de hacer otra cosa para ganarme los frijoles. Y cuando digo otra cosa es otra cosa; algo que no tenga que ver con mi profesión, que por cierto me gusta y de la que no reniego en absoluto.
Desde hacer de freelance hasta la empresa propia, pasando por asociaciones con amigos o excompañeros de trabajo y hasta con familiares.
Pero casi siempre hay un adelantado a mis ideas.
En la película You’ve Got Mail, Kathleen Kelly atendía personalmente su librería de excentricidades, bastante cerca de como me gustaría hacerlo a mí. Otra película, Before Sunset, tiene escenas en un café al que tuve la suerte de ir hace poco más de un año y que es también una vieja idea de lo que en ese terreno me gustaría emprender.
Hace sólo unos días conocí este lugar, acá no más, cerca de donde voy a la mañana a diario y terminó de echar por tierra mis aspiraciones de originalidad en esto de cambiar de profesión.
Recomiendo mucho esta casa que se dice llamar Cualquier verdura.
Una foto, un cuento
Trixie on the cot, NYC por Nan Goldin. Washington D.C., 1953.
Charlene O’Connor tomaba Four Roses como la Joplin, straight up, nada de on the rocks.
– ¿Quieres?
– Prefiero la cerveza.
– La cerveza engorda y no te aplaca el taladro, pero qué vas a saber tú de esas cosas.
Algo sabía, pero poco. Yo era joven y ella ya no. Estuve cuatro días con Charlene O’Connor.
Fue el verano del año que cayó el Muro. Le dije muy poco en ese viaje. Ella tampoco dijo mucho.
Biloxi Blues por Alberto Fuguet. Texto completo del cuento.
Qué vivan los novios
Por Liniers. Macanudo, 10 de octubre de 2008.
D me mira a los ojos para que sepa que está feliz. D ha vuelto a comprometerse. D es de esas personas que confían y apuestan de nuevo a pesar de que ha tenido experiencias que no son lindas.
Yo lo veo con ese brillo especial que pone el amor en la cara de la gente cuando dice «listo, escuché la propuesta, lo pensé un rato y el lunes vamos a firmar en el civil». Me alegro tanto por D, la verdad.
Mientras, sigo pensando en un plan de vacaciones, aún en medio de todo el lío que hay con la economía y demás hierbas, aún cuando planear sola no me gusta para nada.
Pero estoy feliz por D.


