En el cumpleaños 504 de La Habana

La Habana

Mirad La Habana allí color de nieve,

gentil indiana de estructura fina,

Dominando una fuente cristalina,

Sentada en trono de alabastro breve.
Jamás murmura de su suerte aleve,

Ni se lamenta al sol que la fascina,

Ni la cruda intemperie la extermina,

Ni la furiosa tempestad la mueve.

¡Oh, beldad!, es mayor tu sufrimiento

Que este tenaz y dilatado muro

Que circunda tu hermoso pavimento;

Empero tú eres toda mármol puro,

Sin alma, sin calor, sin sentimiento,

Hecha a los golpes con el hierro duro.

Gabriel de la Concepcion Valdés (Plácido)

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