La estación llena. En cuanto pisé el último escalón supe que sería una mañana difícil para viajar. Como siempre busqué la tarjeta, la apoyé en el lector, casi al mismo tiempo que empujaba el molinete. La caminata hasta el principio del andén fue esta vez interrumpida montones de veces por muchas solicitudes de permiso para pasar. Mientras ubicaba en mi mochila el iPod, levanté la cabeza para no tropezar con el señor que llevaba a un bebé en brazos y ví por primera vez que me miraba.
Ojos azules. Celestes no, azules. El pelo claro sin llegar a ser rubio y una media sonrisa de resignación ante el futuro inmediato en un vagón repleto. Nos cruzamos con las miradas, otra vez y amplió la sonrisa para mí.
Sin darle importancia al gesto seguí hasta el espejo. Con total vanidad acomodé mi pelo, la campera. A esa altura sonaba la música que de paso me aislaba del resto, convertido en multitud.
De alguna manera quedamos uno al lado del otro y así subimos al tren. El poco espacio y la aleatoriedad con que se mueven los cuerpos empujados nos hizo permanecer enfrentados y casi tocándonos. Yo sostenía la mochila de la manija a la altura de las ingles y en un instante en que arreciaron los empujones, con las suyas rozó los dedos engarrotados de mis manos. Quise que fuera eterno ese contacto.
Una estación antes de bajarnos, dijo algo parecido a “ya llegamos”, a lo que respondí con un asentimiento nervioso y esquivo.
En Carlos Pelegrini lo perdí.
Mira que si era el elegido….
Tenías que haberlo seguido.
Mañana ya sabes, a la misma hora y en el mismo sitio y un poquito más decidida eh!!!
Besos.
Siempre le decía yo que en los bares de copas donde se dejaba las noches seguramente es donde no iba a encontrar ese príncipe azul que estaba buscando.
Lo encontrarás hasta en un tren o un autobús antes que en la noche.
Y mira tú como es verdad que puede haber flechazos sobre ruedas…
Beso
No creo que sea buena opcion la de torosalvaje por muchos motivos.
Besos.
Yo le iba a responder que no es mi estilo. Soy tímida y me cuesta mucho ese tipo de socialización.
Y la verdad es que esto es un relato viejo, que no corresponde con la realidad. Es una fantasía, mejor dicho.
De cualquier manera, a los tres les mando unos besos.
Ah y ya me mudé!!!
A mi me pasó algo parecido con un olor.. en un metro también (Bueno, no fue exactamente así.. igual otro día te cuento 🙂 ). Pero tu extracto me trajo a la cabeza la canción de You`re beautiful… que también tiene que ver con una mirada.
Besos, ZOE.
PD1. (queremos fotos de ese nuevo apartamento!!!!! )
PD2. Igual es antiguo.. pero es muy bonito
YO ESO YA LO LEI!!!!
BESOS!
Si señor. Usted es de la casa y ya conoce, Sergio. Besos!!
Lindo el relato , puede ocurrir en cualquier momento .
Feliz casa nueva , Zoe !
Una gozada de escena, Zoe, sembrada de magnetismo.
Escribes muy bien.